La sincera y polémica confesión de Millie Bobby Brown: “No veo películas”

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Millie Bobby Brown, la joven estrella que saltó a la fama gracias a su interpretación de Eleven en la exitosa serie de Netflix Stranger Things, ha admitido que no puede ver películas. Esta confesión ha sorprendido dada su exitosa carrera en la industria cinematográfica. Durante la gira promocional de su más reciente proyecto, Damsel, una aventura fantástica en la que interpreta al personaje principal Elodie, la actriz de 20 años compartió una perspectiva poco convencional:

“Yo no veo películas. La gente se me acerca y me dice: «Deberías ver esta película, te cambiaría la vida». Y yo digo: ¿Cuánto tiempo tengo que estar ahí sentada? Porque a mi cerebro y a mí ni siquiera nos gusta sentarnos para ver nuestras propias películas”.

La declaración de Brown es especialmente sorprendente, ya que procede de alguien que no solo ha actuado en películas, sino que también las ha producido. Además, plantea cuestiones interesantes sobre el consumo de contenidos en una época en la que la capacidad de atención se reduce y el modo en que nos relacionamos con los medios evoluciona rápidamente.

Naturalmente, los detractores no han tardado en pronunciarse sobre las palabras de Brown, y algunos se preguntan cómo una actriz puede pasarse meses rodando una película y no tener paciencia para verla. Sus simpatizantes, sin embargo, han salido en su defensa, destacando la franqueza de la joven sobre sus luchas con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), que podría explicar su dificultad para comprometerse con formas más largas de entretenimiento.

Millie Bobby Brown no disfruta de ver películas

Millie Bobby Brown en Damisela (2024)

La falta de interés de la actriz por ver películas contrasta fuertemente con la pasión de su prometido, Jake Bongiovi, por el cine. Brown lo describe como “el mayor cinéfilo”, capaz de pasarse todo el día inmerso en películas, un pasatiempo que a ella le resulta imposible practicar. Esta dicotomía en su propia casa refleja el debate general sobre los hábitos de consumo de medios entre las distintas generaciones. En las raras ocasiones en que Millie Bobby Brown ve una película, le gusta hacer varias cosas a la vez:

“Tengo que estar haciendo algo. Así que o como demasiado, porque me aburro. O tengo que estar haciendo algo: hornear, acicalar a un perro o usar el ordenador. Si no estoy haciendo algo, no puedo quedarme sentada mirando la pantalla tanto tiempo. Esto no quiere decir que la película no sea épica, cinematográfica y brillante, o que no haya interpretaciones increíbles. Me encantan algunos de estos actores”.

Mientras continúa el debate, una cosa está clara: la confesión de Millie Bobby Brown ha tocado una fibra sensible y ha desencadenado un diálogo más amplio sobre nuestra relación con las películas y cómo definimos el entretenimiento en la era moderna.

Fuente: The Sun